Ya llegó el esperado día. Ya podemos comenzar a dar un término a nuestras actividades. La gente comienza con los preparativos, los regalos, la comida y el postre... Los negocios están aberrados de personas ansiosas por conseguir su regalo; tiene el aspecto de una jungla, todo están con la espectativa de cuándo le toca su turno y no permitir que alguien se les adelante. Todos son "felices", o al menos aprovechan la oportunidad para serlo.
De pronto, se les apareció el Angel del Señor y la gloria del Señor los envolvió con su luz. Ellos sintieron un gran temor, pero el Angel les dijo: "No teman, porque les traigo una buena noticia, una gran alegría paa todo el pueblo: Hoy, en la ciudad de David, les ha nacido un Salvador, que es el Mesías, el Señor. Y esto les servirá de señal: encontrarán a un niño recién nacido envuelto en pañales y acostado en un pesebre." Y junto con el Angel, apareció de pronto una multitud del ejército celestial, que alababa a Dios, diciendo:
"¡Gloria a Dios en las alturas,
y en la tierra, paz a los hombres
amados por él!".
-Lc. 2, 8-14.-
¡Feliz Navidad!